martes, 22 de abril de 2014

Nueva Gran Ruta: El Camino del CID

3 abril 2014 - VIVAR DEL CID

Después de varias reuniones (por supuesto con cocido, patatas con bacalao, arroz o tontería similar por delante), y entre múltiples propuestas (que aquí en la mesa todas parecen bien), decidimos que la próxima Gran Ruta sería el Camino del Cid. Aunque nos gustaban también otras, como la TransAndalus, el Camino del Norte, la TransIberia, etc., etc., un poco cansados de viajes largos y algún otro factor nos decidieron a seguir los pasos de este héroe de la Reconquista.
Así pues, por primera vez sin prisa, ya que teníamos el destino a poco más de dos horas y en un sólo vehículo porque en esta ocasión fallan dos colegas, salimos cerca del mediodía con intención de parar antes de llegar a Burgos, en cualquiera de los sitios donde se puede disfrutar de un estupendo lechazo. Y cómo no, con el infalible olfato de Víctor, paramos cerca de Aranda y disfrutamos de una excelente y agradable comida. Y a buen precio, aunque eso lo corregimos enseguida tomando el gintonic en el parador de Lerma, donde nos arreglan el 'fondo'.
Llegamos a Vivar (donde comienza el tramo de El Destierro, que es el que vamos a hacer hasta Atienza) a las 7 de la tarde, con tiempo de ver la casa, comprar y que Paquito se luzca preparando una magnífica cena. La casa rural La Morada del Cid está muy bien cuidada y bien equipada, con gente muy amable, aficionados a la bici, que nos dan alguna información valiosa de lo que vamos a encontrarnos. Hasta futbolín tiene, así que en la sobremesa y gintonic en mano, se prepara un apasionante torneo antes de irse todos a dormir.

4 abril 2014 - VIVAR DEL CID - SANTO DOMINGO DE SILOS (75 km previstos, 97 km reales)

La previsión es de bastante frío, así que no madrugamos mucho y salimos a las 9 y media, después de un buen desayuno. Con 2 graditos nos dirigimos a la "Legua 0", punto de inicio del camino, a poco más de un km. de la casa rural. Fotos de rigor y en marcha hacia Burgos, primer punto importante. Con algunas dudas hasta centrarnos con las nuevas marcas, desvíos y demás, en una hora estamos allí, pero perdemos bastante tiempo entre llegar a la catedral, sellar y salir de la ciudad de nuevo. Ya empezamos ...


La ruta discurre sin problemas por las amplias tierras castellanas, no es dura y nos permite recuperar algo de tiempo. Llegamos así a San Pedro de Cardeña, parada y foto obligada y también cervecita, que ya llevamos un trecho. Seguimos por llanos inmensos, zonas de monte y cultivos, buenos caminos y el frio que ya ha remitido, pero con la amenaza de la lluvia, que se prevé para media tarde y que esperamos ver ya en Silos. Sin embargo, relajada la atención por la tranquilidad del paisaje, la falta de dificultades y la conversación, nos pasamos un desvío y perdemos el camino. Error que, en vez de arreglar volviendo, solucionamos con otro: seguir e intentar coger el camino más adelante. Y lo conseguimos, pero haciendo unos 24 km de más y dos horas empleadas. Y seguimos ...

Retomamos la ruta, pero con este contratiempo se nos ha pasado la hora de la comida, así que en el primer pueblo ya en ruta al que llegamos, Cubillo del Campo, hacemos parada y nos ofrecen unos riquísimos huevos fritos, patatas y jamón a la sartén que sólo recordar me hace agua la boca. Aunque la comida nos levanta el ánimo, no es suficiente para Poli y Pepe que, pensando que quedan aún casi 35 km, que son los más durillos y que por la hora que es, las 5 y media, nos vamos a mojar seguro, deciden avisar a Ramón y su coche salvador y ponen fin a su ruta por hoy. El resto salimos rápidamente para evitar otra amenaza, que se nos haga de noche. Ainss ...


Cumpliéndose el pronóstico comienza un rato después una llovizna fina, a ratos más fuerte, pero constante, que ya nos acompaña hasta el final. La ruta es muy bonita, por buenas pistas o carreteras locales en los que no se hace barro y nos permite disfrutarla aún con lluvia. Pasamos también pueblos históricos que merecerían una visita, pero lo hacemos sin apenas parar por la falta de tiempo. En el más conocido, Covarrubias, preguntamos a un ciclista y nos anima a seguir por camino los 16 km que quedan, asegurando que el barro no será problema. Y no lo es, pero tras disfrutar de un tramo precioso junto al curso de un río, comienza una zona de monte donde la continua ascensión, el terreno blando y cantidad de charcos lo endurecen mucho y lo acusamos con un ritmo lento. Últimos kms llanos para llegar justo a tiempo de que se 'apague' la luz, un poco después de las 8 y media, a Santo Domingo de Silos.

Ducha reparadora y nos apretamos una magnífica cena en la que devoramos todo lo que nos ofrecen: caldo, paella, morcilla, pasta, magro con tomate y un lechazo de 10, regado con cervecitas y buen vino. Con un agradable paseo por este tranquilo pueblo rematamos el duro día, que ni para copitas nos quedan ganas!!

5 abril 2014 - STO DOMINGO DE SILOS - CASTILLEJO DE R. (71 km previstos, 0 km reales)

El día amanece bastante desagradable, con lluvia por la noche que a estas horas aún sigue, muy fina pero sin pinta de parar pronto. O sea, se anuncia una ruta que en sí no es dura, pero que, como la de ayer puede complicarse por el agua o el barro.
Esto y lo tocados que algunos llegaron ayer, hace que unos se decidan rápido y a los más animados no haya que insistirles mucho, para que carguemos las bicis en el carro y hagamos jornada de turismo por la zona viendo lo que nos dejamos ayer, y luego la ruta en coche.

Empezamos por Silos, acudiendo a escuchar los cantos gregorianos que tan famoso hicieran a este monasterio, visita obligada al claustro y luego por los alrededores. Ponemos después rumbo a Covarrubias (quién nos iba a decir ayer que volveríamos a verlo)  y por el camino Ramón, que ya había investigado, nos lleva a recorrer el desfiladero de La Yecla, un impresionante cañón que merece mucho la pena ver.

Ya en Covarrubias hacemos un recorrido por sus sorprendentes y cuidadas calles medievales, la iglesia de Santo Tomás, el torreón, la Colegiata, la muralla junto al Arlanza ... por supuesto con las debidas paradas para degustar los vinos y tapas de la zona, e incluso visitamos una pequeña bodega, que muy amablemente nos enseña su dueña, probando (y comprando) sus vinos. También nos recomendó donde -Casa Galín- y qué comer -olla podrida- y tanto lo uno como lo otro fue un acierto total y comimos magníficamente. Lo dice Víctor: hay que preguntar!!

Nos ponemos de nuevo en marcha y hacemos parada en Peñaranda de Duero, otro bonito pueblo que merece visita, con una iglesia, varios palacios y un castillo impresionantes y muy bien conservados. Compra para la cena que de nuevo se va a currar Paquito, y a buena hora estamos ya en Castillejo de Robledo. Mientras unos descargan y organizan la distribución en la casa otros lavan las bicis para el día siguiente, y ya instalados nos disponemos a disfrutar de las estupendas tortillas, morcilla y ensaladas que ha hecho nuestro improvisado pero profesional cocinero de ruta. Vaya chollo tenemos con él. Unos gintonics caseros entre charla y tele, comentando lo acertado y aprovechado que nos ha salido el día, y a dormir que mañana sí hay ruta.

6 abril 2014 - CASTILLEJO DE ROBLEDO - BERLANGA DE DUERO  (92 km)

Un buen desayuno para empezar el día, que hoy si, amanece fantástico, sin frío, ni aire y con mucho sol. La etapa es larga pero de poca dificultad, y así empieza, por un precioso valle y buen camino completamente llano. Alguna subida suave y tendida, y de nuevo a llanear pasando los kilómetros casi sin sentir.

Tras los primeros 30 km, llegamos a San Esteban de Gormaz. Breve recorrido por sus calles y subida hasta la iglesia de Ntra.Sra. del Rivero, que terminamos con la obligada cervecita, hoy para refrescar que el calor aprieta lo suyo. De nuevo en ruta vamos largo rato junto al Duero, camino de otra importante localidad: Burgo de Osma. Visitamos la monumental catedral, centro histórico y Plaza Mayor, que al ser domingo, hora del vermú y con un tiempo veraniego, presenta un ambiente muy animado en los muchos bares y terrazas. Por supuesto no perdemos la ocasión, menudos somos nosotros para estas cosas, y nos sumamos a disfrutar de unas cervezas frescas y alguna tapita rica. Tampoco mucho porque llevamos los restos de la cena en las mochilas, vino incluido, para comer en el camino, y no es cuestión.

 Seguimos la marcha y un poco más adelante, junto a la fuente del pequeño pueblo de Vildé, hacemos la parada y damos buena cuenta de la tortilla, morcilla, chorizo y demás, con unos tragos de vino y agua fresca de la fuente, mientras Teo cruza charla y bromas con unos paisanos. Desde aquí, el camino se dirige a Gormaz, cuyo impresionante castillo llevamos viendo de vez en cuando desde hace ya bastantes kms. La ruta no pasa por el pueblo, pero Teo y Paquito en un alarde de energía suben hasta él y de allí hasta el castillo, apretándose una subida considerable.

El resto mientras vamos ganando terreno, por llanos interminables y a través de pequeños pueblos, camino ya del final en Berlanga de Duero.
Nos agrupamos antes de llegar y sobre las 6 y media estamos tomándonos una jarrita de cerveza en la bonita plaza porticada.

Después de pasar por el hotel y la duchita correspondiente, damos un paseo por las calles y plazas de Berlanga, su monumental iglesia y nos sentamos en un bar muy agradable donde empezamos con unos vinos y acabamos cenando muy, muy bien. Como cada noche, unos a pasear y otros a por la copita y contentos todos por el día y la ruta, damos por terminada la jornada.

7 abril 2014 - BERLANGA DE DUERO - ATIENZA  (55 km)

Última jornada del primer tramo, El Destierro, que promete mucho por la zona que vamos a recorrer y en un día espectacular, como el de ayer, para disfrutar de la bici y del camino.

Siguen los problemas de Pepe con su espalda, así que decide hacer de paje de Ramón y ambos se encargan de sellar, recoger y preparar los víveres para la parada a comer en ruta. Los demás nos ponemos en marcha, empezando con una larga pero suave subida, por zona de monte, frescas umbrías, tramos de sendero ... vamos, para no perdérselo. Pasamos después por bonitos pueblos sorianos, con muy poca gente, pero con iglesias y casas señoriales impresionantes, que hablan de un pasado bastante más esplendoroso: Brías, Abanco, Torrevicente ...

A partir de este último empieza un tramo trialero muy bonito, pero bastante técnico y complicado en ocasiones, que discurre junto al cauce de un discreto río, suficiente sin embargo para que Teo, al intentar cruzarlo, se pegue un buen golpe (afortunadamente sin consecuencias) y el correspondiente chapuzón. Poco después llegamos a Retortillo, previo pinchazo doble de Paquito que sigue como puede, y de aquí, en larga subida por carretera, entrada en Guadalajara y vertiginoso descenso después, llegamos a Miedes de Atienza donde Ramón y Pepe ya nos esperan con el picnic preparado y las cervecitas en el pilón de la fuente.

Últimas morcillas y chorizos de la compra, todo rico, rico, la cerveza fresca y hasta chupito de Lagavulin, y nos disponemos a atacar los 17 kms restantes, aunque Poli tentado por la visión del carrito y el coche y Paquito porque se niega a arreglar de nuevo el pinchazo, deciden que para ellos ha acabado allí el camino. El resto, retomamos la ruta por un amplio llano y con el próximo pueblo, Romanillos de Atienza, en el horizonte. El último tramo nos castiga un poco, con continuas subidas, suaves pero de mal firme, con mucha gravilla que lo hace más duro, pero que discurre por un entorno espléndido. Un rato después avistamos por fin Atienza y su majestuoso castillo desde un alto; después de admirarlo unos minutos y hacer algunas fotos, nos lanzamos a liquidar el último trecho, que acaba en fuerte subida ya por las calles hasta la plaza del Trigo, donde acabamos la aventura. Aunque Teo, como siempre, y alguno más que le acompañamos en esta ocasión, rematamos la faena subiendo hasta el famoso agujero en la muralla y luego al castillo.

Cervecitas reglamentarias, ya con la satisfacción del trabajo hecho, las burras al carro, sellado de salvoconductos y camino de casa, bastante satisfechos de esta nueva Gran Ruta, verdaderamente atractiva.

Aunque para terminar, quiero recoger aquí una crítica constructiva: al paso por ciudades y poblaciones ¡no hay marcas! Es posible que quieran respetar edificios y demás, pero sin gps se hace muy difícil salir por el sitio correcto, incluso en pequeños pueblos, por lo que creemos que debería valorarse el modo de corregir esto.

Y acabamos esta crónica, que sólo pretende contar estas aventuras por si a alguien le sirven, aunque sólo sea de entretenimiento, con un comentario de nuestro pastor y guía, Víctor:

""""Nos parecía que después del Camino Portugués el  Caminodel Cid iba a ser un camino menor, cosas de la mente, porque nos ha resultado un camino lleno de novedades.  Empezando por un  ondulado paisaje cambiante, de pequeños valles abiertos de vegetación baja,  por donde se ven los caminos zigzaguear en lontananza.
Descubriendo pueblos llenos de Historia Medieval, de cuando Castilla era tierra disputada y el río Duero frontera.
Degustando la comida local, con especial mención a la Olla Podrida de casa Galin en Covarrubias.
Hemos redescubierto las bondades de alojarse en casas rurales cálidamente rehabilitadas en los pueblos del  camino, lo que nos ha permitido hacer una vida más a nuestro aire, con máxima expresión en la preparación de las cenas de grupo, de lo que vamos mercando por aquí y por allá, a capricho, en esta ocasión “made by Pakito”, que se lució dos noches en la cocina, con mención especial a unas riquísimas tortillas de patatas. Impresionantes. Deseando repetir Camino y cenas.""""