miércoles, 6 de enero de 2016

Puesta al día: casi dos años de viajes

7 enero 2016

Casi dos años habíamos dejado de publicar las crónicas de nuestras rutas. Olvido, pereza ... el caso es que aquí teníamos este hueco del espacio virtual lleno de telarañas y hemos decidido ponernos al día.

Tampoco es que hayan sido muchos los viajes, ni sabemos si le interesa a alguien, pero la verdad es que resulta agradable repasar el recuerdo de tantos buenos ratos pasados y sacar de la memoria las imágenes de tantos sitios espectaculares, mientras se va haciendo el relato de esas vivencias aunque sólo sea para nosotros o nuestros amigos.

Si además sirve para que cualquier chalado de la bici como nosotros, se anime a cogerla y, solo o mejor con amigos, recorra cualquiera de ellas y disfrute tanto como nosotros, pues aún nos alegraría más, pues nos gusta tanto montar en bici que no paramos de animar a quien se nos pone a tiro para que se una.

Así que ahí están, todas muy recomendables de leer, desde el verano de 2014 que nos fuimos a Galicia.

Que os gusten ... las crónicas y las rutas!!!



El Camino del Cid. La Conquista de Valencia

3 al 6 octubre 2015

  • Después de tener hasta los hoteles ya reservados en Galicia, y a Chove esperando con la caña, decidimos cambiar la ruta por la amenaza cierta de un vendaval de aire y lluvia.
Viramos al este, elegimos La Conquista de Valencia, 4ª etapa del Camino de Cid: Cella - Valencia viaje para cuatro días, total 240km.

Eugenio no vino pero Natalio vino si, sin segundas, en total 8 variopintos pasajeros y un timonel catalán a muncha honra: Ramón.


Cella. Divina su fuente, enorme el pozo, surge del suelo y riega toda la comarca bajo un estricto orden medieval.
Fantástica casa rural para empezar un viaje de colegas, 9 o 10 habitaciones con sus baños, horno de pan, gran mesa de reuniones y bonita restauración. Por allí mismo pasa la vía verde.

La vía verde de los Ojos Negros, es una tediosa vía donde a los cicloturistas se nos ponen los ojos negros de tanto apretar. A veces por cambiar de rutina, alguien se para en una finca a coger y comer y tirar caquis a los demás, que se los comen con gusto. Se utilizó para bajar hierro desde Ojos Negros hasta los altos hornos de Sagunto.
Mora de Rubielos donde pernoctamos la 1ª noche es primo de Rubielos de Mora que es un pueblo de señoritos, con lindos palacios y grandes casonas restauradas, pero no hay gente, están todos en Teruel.

Teruel es una pequeña ciudad que sin la plaza del torico, las cuatro torres mudéjares, las dos catedrales, el barrio antiguo y peatonal, las plazas mayores, el aeropuerto y el jamón, no vale nada, no existe. El arte mudéjar lo practicaban los árabes que quedaban en suelo cristiano y el mozárabe los cristianos que estaban en suelo árabe. Ni Dios en su sitio, nunca mejor dicho.





Montanejos. Lo más espectacular, de aúpa la bajada al pueblo, fuimos como cabras por riscos impracticables del alto Mijares. Después de una notable subida repleta de repechones aparecimos en lo alto el cerro, encaramados a unos farallones de piedra que por escarpados daban miedo hasta a los andantes. Alguno perjuró en arameo sin saber por dónde llevar la bici en esas estrechas sendas prácticamente colgadas sobre el precipicio, incluso se habló, con la condición de sobrevivir, de hacer algún escrito-denuncia a la organización responsable del trazado, (aunque ahora en la templanza nos alegramos de la experiencia)


Ya en el pueblo fuimos directos a ver su río termal. El paraje es un rincón costarricense en plena serranía castellonense , por su mucha verdura y por los 27º del agua del río durante todo el año. Como PacoE conocía el sitio nos guió río arriba por cuevas y chorreras, era media tarde casi anocheciendo, con las putas chinas de testigo ... en las chanclas.

El Gran Puerto de la ruta. Poli hizo bien en evitarlo y Pepe hizo bien en no dejarle solo, supieron escabullirse de la subida al alto Pino Rey, 520m de desnivel con alguna 'rampita' interesante.

Desde Montán el comienzo por carretera metía miedo en el cuerpo, cuando se terminó la carretera continuaba por una empinada pista entre pinares, al final se hizo y no fue para tanto. Continuamos el viaje por la Ojos Negros hasta Torres Torres, dónde un amable mecánico también ciclista nos permitió pernoctar en su garaje las bicis y el carro. En este tramo tiene razón Pepe que no pasamos por ningún pueblo y los había importantes (Jérica, Segorbe), … no estuvo a la Altura.


  • Luz de atardecer y neones, calma chicha y parejitas retozando por aquí y por allá en la Malvarrosa cuando nos bañamos. Llegamos andando desde el hotel, sin tranvía, el agua seguía a 27º y olía a paella.

Cena en Valencia. Paella. Para mi gusto bastante seca, de poco espesor, el experto dice que son así, sabor austero, plato humilde, ingredientes fijos, me sorprendió. Comimos de varios “tipos” y las opiniones estuvieron encontradas. Que si la de marisco, que la de verduras… Es igual, al ciclista con el arroz le pasa como al prota de la peli con el putón verbenero, se lo termina comiendo.

Hablando de comer, cada vez le encontramos más juego a las casas rurales, sobre todo si están bien acondicionadas con una buena cocina, como fue el caso en Cella. Cenamos sabrosas tortillas estilo de la casa, ensaladas y tapeos varios, gracias a Pakito y su ayudante Nata, siempre dispuestos al servicio/sacrificio. Yo de pinche, y Pepe de probador.




Petrés la alegría de la huerta. Para cumplir la tradición en la zona, paramos la última mañana en una cantina dónde servía y exhibía sus formas, con singular simpatía, una reconocida buena moza. Y ya almorzados, se oyó decir a alguien desde el fondo de su corazón, “vaya chocho rico”.
Aunque después he descubierto que este pueblo no estaba en el camino original….??????

En La Ciudad de las Artes. Final de la etapa y de la ruta. Teo se metió con la bici por uno de los estanques de agua azul que hay entre los esqueléticos edificios del parque y paseó como si nada, fue tan inesperado que nadie se apercibió, ni nosotros ni los jurados, no le tomamos película, ni imagen alguna. Teyñyyy estas cosas se avisan, para que PacoE pueda hacer unas tomas adecuadas, traveling incluido.

Cada día tenemos más contento a nuestro bipresi Adolfo porque afrontamos las enchentas de forma más moderada. En este viaje la vez que más cenamos (Pizzeria Montanejos Plaza de España 6, viendo el partido Madrid 1- Atleti 1) sólo cayeron cuatro botellas de vino y la ristra de platos en la nota solo alcanzó los 22 cm, que eso no lo tiene cualquiera.

“El Cid tomó Valencia el 15 de junio de 1094 después de un durísimo asedio. Gobernó como príncipe y aquí murió en el año 1099. Se cuenta que tras la conquista subió a la torre del alcázar para ver sus posesiones”

Saludos,
VIC


El Barranco del río Dulce

30 mayo 2015

No podíamos permitir que una de las mejores rutas, si no la mejor, que hemos hecho a lo largo del tiempo, se la perdieran los compañeros toc@pedaleros que no pudieron venir a la última etapa del Camino del Cid, a través de la siempre sorprendente Guadalajara.


Como la ruta completa (que narramos en el post anterior del Camino del Cid) es demasiado larga para una mañana y no vuelve al punto de partida, optamos por el tramo que recorre el río Dulce, sin duda el más atractivo, para disfrutarlo con tranquilidad, y la comida en Casa Juan de Aguilar de Anguita. O sea, lo mejor de lo mejor.

Así pues, arrancamos en Mandayona recorriendo desde el principio este espectacular paraje que es el Barranco del Rio Dulce … Aragosa, La Cabrera y finalmente Pelegrina, a ritmo de paseo para no perdernos detalle, admirando cada recodo del camino y comentando continuamente la gran belleza de este recorrido, que además está tan cerca, prometiéndonos que no será la última vez que vengamos.

Al llegar a Pelegrina, hacemos la corta pero dura subida hasta la entrada del pueblo, donde nos premiamos con una cervecita y su correspondiente pinchito de tortilla. Descendemos por la otra parte y seguimos por el cañón un último trecho, cruzamos por el puente de madera y, tras una dura y técnica subida, salimos al llano que nos va a llevar hasta Torremocha.

El regreso lo hacemos por arriba, dando la vuelta por Algora, pasando algunos tramos de monte hasta llegar a Mirabueno y desde allí, en lo alto de la cornisa que se asoma al valle, por una empinada y vertiginosa bajada llegamos de nuevo a Mandayona para terminar la ruta.

Otra opción que sugerimos y que fue la ruta original (y que seguramente haremos la próxima vez), es ir desde Pelegrina hasta Sigüenza y después de una visita a este conjunto histórico artístico, regresar por el mismo camino a Mandayona, disfrutando doblemente del recorrido.

Después de cargar las bicis nos refrescamos con unas cervecitas en casa de Agustín y ponemos rumbo a Aguilar para darnos el merecido homenaje en Casa Juan. Por supuesto no defrauda y, como la vez anterior, disfrutamos de una magnífica comida debidamente acompañada por cervecita fresca y un vino rico, en la que no falta la orejita a la plancha, la tabla de ibéricos o el plato de cuchara del día. Muy recomendable, se haya ido en bici o no.


Viaje de vuelta y fin de la jornada. Es o no es para repetir?  Pues eso!



lunes, 4 de enero de 2016

El Camino del Cid. Tierras de Frontera

17 al 20 abril 2015

Segundo tramo de este espectacular camino, que arranca justo al lado de casa, por lo que nos incorporamos directamente a la ruta el primer día, sin noche previa.

Viernes 17. Atienza-Mandayona  (69 km)

A buena hora estamos ya en la bonita plaza de Atienza, localidad serrana donde comienza la ruta, aunque entre café, preparar bicis, equipo, fotos y demás parafernalia, salimos tarde como es la costumbre.
Atienza

Esta vez no será mucho problema porque el recorrido no tiene dificultad y a pesar de todo llegaremos en hora. Aún así lo arreglamos en seguida porque en los primeros kilómetros hay varios tramos de sendas con zonas de difícil orientación, que decidimos cambiar por la alternativa para bici de montaña, que discurre junto al río Cañamares, más rápida pero no menos atractiva.

Paso por el mítico lugar de Robledo de Corpes, donde la leyenda fija la deshonrosa Afrenta de Corpes, y bordeando la minera Hiendelaencina, entramos en una zona de pinares que desciende hasta el embalse de Pálmaces con unas espectaculares vistas. Seguimos disfrutando de este impresionante escenario, metidos de nuevo en el valle del Cañamares, que vadeamos en ocasiones para goce de Teo, con bonitos tramos de senda y pequeños y cuidados pueblos, hasta llegar a Jadraque.

Embalse de Pálmaces


Parada obligatoria para reponer fuerzas con su famoso cabrito asado, casi tanto como su altanero castillo. Unas buenas raciones, de las que dejamos los huesos bien apurados y emprendemos ya el último tramo, muy plácido después de un subidón de aúpa, por el valle del Henares para llegar a Mandayona, fin de la jornada. Después de unas cervecitas en el bar de Agustín, conseguimos alojar las bicis en el almacén y con Ramón nos vamos a Sigüenza, donde nos alojamos nosotros.

Paseo, cena y paseo por esta histórica ciudad del Doncel y damos por acabado el día.

Sábado 18. Mandayona-Maranchón  (78 km)

Tras tomar un café, recuperar las bicis y dar las gracias a Agustín por su amabilidad, emprendemos la que, al menos para mi, es la ruta más bonita de todas las que hemos hecho hasta ahora.

Río Dulce
El comienzo no puede ser mejor y recorre al completo el Barranco del río Dulce, ese espectacular cañón donde la belleza de la naturaleza, el silencio y el discurrir de sus cristalinas aguas te quitan toda prisa por irte de allí.


Subimos hasta Pelegrina para la primera paradita y después volver a bajar y cruzar el valle, hacemos otro tramo muy bonito aunque diferente y más sacrificado, con alguna fuerte subida y sendas un poco complicadas, que unos disfrutan y otros padecen, atravesando una amplia zona de monte que nos llevará hasta Sigüenza. Segunda parada y recorrido esta vez en bici, incluso hasta el castillo.


Tercer tramo diferenciado, también muy interesante, esta vez en suave ascenso entre densos pinares que nos lleva hasta Barbatona, donde vuelve a cambiar el paisaje que se hace más amplio, zonas de monte bajo y, aunque de nuevo volvemos a pedalear junto al Dulce entre Jodra del Pinar y Estriégana, es su tramo inicial y aún no hay apenas barranco.

Barbatona

Paso por Alcolea y como estaba previsto, a la hora de comer, caemos en Aguilar de Anguita, donde tenemos recomendado comer en Casa Juan, sitio que, como no, también conoce Paquito. Cervecitas frescas, excelente comida y estupenda atención, nos dejan como nuevos para seguir camino. Camino que sigue sorprendiendo y haciéndonos disfrutar, pues tras pasar Anguita, se pega al Tajuña para recorrer varios kms por otro tramo espectacular y de gran interés, de vueltas y revueltas que, valle arriba, nos lleva hasta Luzón, otro pueblo que también nos sorprende y nos obliga a recorrer algunas de sus calles y plazas.
Luzón
A la salida de Luzón, otra senda pedregosa pone un poco de emoción y dificultad y, ya superada, nos deja en terreno de monte bajo, por caminos entre modernos molinos de viento, desde donde enfilamos a Maranchón, que ya está a la vista. Buscamos la casa rural, cenamos de plato combinado en un pequeño bar con animada charla y fin de esta jornada que, tengo que insistir, nos ha ofrecido una de las mejores rutas en bici, la mejor para mí en su conjunto.

Domingo 19.  Maranchón-Santa María de Huerta  (76 km)

Cumple este pueblo con su fama de ser de los más fríos de España y amanece un día de frío total.
Medinaceli
Hace sol, lo que promete mejoría, pero al poco rato de salir se cubre totalmente y se hace aún más intenso el frío. Así recorremos los primeros kms y varios pueblos de Soria, con un entorno magnífico de monte de robles y encinas, cerrados valles o amplias mesetas, pero sin un triste bar donde tomar un café y cambiar por un poco de calor el mucho frío que llevamos.

Por fin llegamos a la Estación de Medinaceli, pero decidimos calentarnos primero con la cuesta y parar ya arriba en el pueblo. Salvo Teo que es capaz de subir campo a través, los demás hacemos por carretera esta larga subida, para reconfortarnos luego con unos ricos torreznos y tortillita recién hecha (inevitable no recordar a Pepe)
Bar de la estación de Arcos de Jalón

De nuevo en ruta, que nos lleva a un tramo muy curioso … y cómodo, pues el camino discurre durante un buen trecho por la antigua N-II, sin apenas tráfico, compartiendo el estrecho desfiladero con la vía del tren y el río, por un paraje muy bonito hasta llegar a Somaén, localidad situada en un impresionante escenario, encaramada en lo alto y en el centro de una gran curva del río Jalón.





Desde aquí seguimos el valle del Jalón, ya por camino, hasta el cercano Arcos de Jalón donde hacemos parada y fonda en el bar de la estación. Ya repuestos, hacemos los últimos kms por una amplia vega hasta llegar a Santa María de Huerta, fin de la ruta. Visita y fotos del famoso monasterio, paseo por el pequeño pueblo para tomar unas cervecitas y, ante la imposibilidad de cenar en ningún bar, lo hacemos escasamente en la casa rural.

Lunes 20.  Santa María de Huerta-Ateca  (52 km)

Última jornada de este viaje, que no presenta dificultad alguna y que se prevé agradable puesto que el día amanece soleado y sin frío. Ya en Zaragoza, pasamos por Torrehermosa, pueblo espectacular muy bonito y muy cuidado que merece una breve parada. Seguimos por un valle amplio, zona agrícola y de frutales, con pueblos como Ariza o Cecina, terreno llano que vamos recorriendo a buen ritmo.

Parada en Alhama de Aragón, un  bonito pueblo donde echamos unas cervecitas en una terraza al sol, en este día espléndido. En la siguiente tirada llegamos ya a Ateca donde ponemos fin a la ruta con un paseo turístico por este interesante pueblo aragonés. Finalmente nos reunimos con Ramón para cargar las bicis, comer y emprender la vuelta.

Ateca

Y así termina, con gran satisfacción, una de las más bonitas e interesantes rutas que hemos realizado hasta ahora. Pero como la felicidad completa no existe, a Teo y al que escribe nos amarga un poco la fiesta la DGT (nada comprensivos) con un par de recetitas por no llevar cinturón. Aunque como dice Pepe, lo que se paga con dinero es barato!

Muy recomendable esta gran ruta que es el Camino del Cid. Para andar puede ser tedioso en algunos tramos, pero para la bici es un recorrido que está muy bien. Anímate!



Antequera ... va la tercera!

23 enero 2015

(pendiente el comentario del anfitrión antequerano)







Ruta del Cocido 2014

29 noviembre 2014

Tercera edición de esta atractiva ruta, que reúne una serie de ingredientes que la convierten en cita ineludible, al menos para algunos de nosotros: una bonita ruta, buena compañía y al final un cocido espectacular, tan bueno como abundante.

En esta ocasión, la ruta no cumplió las expectativas, ya que varios días de lluvias pusieron los caminos impracticables, por lo que hubo que optar por la carretera aunque no nos guste. Seguramente eso y la previsión de lluvia para ese mismo día frenó la participación, pero aún así, la perspectiva del premio final, que lo merece de sobra, animó a que unos cuantos nos decidiésemos a salir en las condiciones que fuese.
 
En el momento de reunirnos en Azuqueca la cosa no pintaba mal y hasta parecía que iba a despejar, así que tomamos un cafelito para entrar en calor, decidimos la ruta y ya definitivamente animados, desmontamos las bicis. Sin embargo, en el momento de echar a rodar y, con esa manía que tienen de acertar los 'hombres del tiempo', empezó a chispear primero y a llover en condiciones después, y ya no lo dejaría en toda la mañana salvo el rato de la paradita intermedia.

La verdad es que una vez que te mojas ya da igual lo que caiga, así que pasando ya de la lluvia, nos aplicamos a ir liquidando kilómetros en animada charla entre unos y otros, hasta Villanueva de la Torre, Meco, subida a Los Santos y El Pozo, donde hicimos un alto para el café, rosquillas y orujito que nos calentaran un poco, aunque hubo quién mantuvo la costumbre de la cervecita fresca, a pesar de que no atraía mucho.

De nuevo a las bicis, un poco de ritmo para no sentir el frío de la lluvia, y paso por Chiloeches para poner ya rumbo a Los Olivos pensando en voz alta en el cocidito que nos esperaba, más por lo calentito que por el hambre que habíamos hecho.
Sólo entrar a cubierto, dejar la bici y ponernos ropa seca ya era un placer, pero aún lo mejoramos con unas Arriaca fresquitas y las magníficas tapas que ofrece Paquito, para a continuación pasar a sentarnos y disfrutar de verdad, ya por fin, del impresionante cocido que nos fueron poniendo delante y que, por más que nos aplicamos, no fuimos capaces de terminar. Animada charla y repaso de anécdotas durante toda la comida, que alargamos para acompañar los obligados gintonics hasta media tarde, momento de la despedida y de felicitar a Paquito y todo su personal por la estupenda comida y la no menos estupenda atención.


En fin, una jornada más para recordar en la que, a pesar de las inclemencias y con la excusa del cocido y la bici, lo que de verdad hemos hecho ha sido disfrutar de un buen grupo de amigos.


Segunda excursión a El Recuenco

8 noviembre 2014


La magnífica experiencia del año pasado nos animó a repetir excursión a este bonito pueblo de El Recuenco y su entorno. Ese entorno que resulta tan aparente para disfrutar de la bici a través de sus poblados montes y con vistas extraordinarias, como para hacer otra actividad también gratificante: buscar setas. Bueno, níscalos en este caso.




Así que ese fue el plan, una parte de la jornada para la bici, que Poli organizó en una bonita ruta, toda subiendo, hasta la ermita de Ntra. Sra. de Bienvenida, situada en uno de los montes que rodean El Recuenco, en un paraje increíble y donde pudimos disfrutar, eso si, subiendo aún un poco más, de unas espectaculares vistas de la serranía que comparten Guadalajara y Cuenca, con las famosas Tetas de Viana como parte del paisaje.




Y la otra parte, ya de regreso, a la búsqueda del níscalo. También esto se nos dio bien y disfrutamos durante un buen rato, tanto de la búsqueda y la recogida como de un agradable paseo por el monte. Qué gustazo da cuando los vas encontrando y además de buen tamaño!!


Con nuestro botín y ya siempre cuesta abajo, emprendimos camino de vuelta para completar la jornada con un buen homenaje: ensaladas completas, una buena ración de parrilla con pancetita y chorizo de aperitivo y chuletas a granel después, sin faltar algunos níscalos para ver si habíamos cogido de los buenos, y unas botellitas de buen vino para que pasase todo.

Unas copitas y una partidita rápida en el bar del pueblo y vuelta, que está bonito el sitio, pero hay que ver lo lejos que lo han puesto!!!


La Seu d'Urgell

11 al 14 octubre 2014

Inesperadamente, Ramón nos invitó a su pueblo a pasar unos días de mucha bici y de mucha montaña.

Aprovechó el grupo la  buena nueva - Los Tocapedales al completo : Ado, Pep, Pac, Pak, Teo, Pol, Eug, Nat, Cho y Vic -  para rendirle un sincero sincero sincero homenaje por los muchos servicios prestados en su dura tarea de apoyo y por la nuestra disposición de los suyos vehículos en todos los nuestros viajes. Consistió el  agasajo en un fenomenal martillo eléctrico para sus quehaceres diarios de albañilería, una elegante y juvenil parka para los días fríos del invierno, y una metopa (muy del gusto militar) con unas sentidas palabras reflejando las gratitudes y a los agradecidos.


El viaje, la instalación y las posibilidades.
Viajamos cómodamente porque sólo fuimos seis de los 9 posibles. Faltaron Pep, Nat y Eug.

Nos instalamos en la casa de Seo, situado en el chic-barri de la Magdalena. Llegando sin tiempo para más acoplamientos, salimos a hacer la compra a un catalanosuper cercano, pista sobre la opción elegida para el resto de los días, del avituallamiento diario en comú. No os asustéis si os digo que todavía ahora llevo chocolatinas de las que compró Poli allí.
Válido para el resto de las jornadas: buena charla, unas cervezas preparando la mesa, buen humor,  tortillas jugosas, setas, guisos, quesos, vinitos, embutidos de la zona y a dormir sin tomar un digestónico.

Las posibilidades, en una comarca plagada de montañas de más de 2000m, empezando por la sierra del Cadí, y siguiendo por todo el pirineo andorrano, son enormes. Elegimos tres rutas:
1ª  -  la más dura, pasar a Andorra por un viejo camino de contrabandistas hasta La Rabassa 2100 m. de altura.
2ª  -  visitar el precioso pueblecito fronterizo de Ars siguiendo la ruta conocida como Pedals D´Aravell.
3ª  -  acercarnos a los caminos de la… imposible transpirenaica… a su paso por las estribaciones del  Cadí.

La subida a la Rabassa.
Si vais por Andorra podéis subir por carretera hasta la zona recreativa de la Rabassa a 2100 m de altura, hay diversas atracciones y un restaurante, en invierno la cierran porque se pone impracticable de nieve. Nosotros subimos por la ruta del contrabando desde La Seo, bordeando el Segre y subiendo por Estamariu hasta Bescarán, pintoresca aldea de piedra con una casa rural muy bien situada para la recuperación de fuerzas.

Hasta aquí carretera de montaña y pendientes moderadas con 600 m. de desnivel. Luego ya convertida en camino se sube ininterrumpidamente hasta el  alto, a los 2150 m. de altura, siempre entre abetos y con un paisaje abierto parecido a nuestra Pedriza.

Paramos un rato en la cumbre pirenaica a recibir el premio del paisaje. Había gente al rovellón pues suben desde la estación, a la que se llega por una pequeña bajada que desemboca en una gran área con divertimentos varios.  Nosotros buscamos el de comer y lo encontramos en demasía.

Anécdota: por motivos de exceso de falta de intendencia, el encargado nos compensó con algún menú más gratis, que consistían en una buena parrillada de carne con butifarra y patatas, todo a la brasa. Consecuencia: Terminamos la comida como siempre ……y bajamos como nunca, 25km de tensión en manos, barriga y gemelos, incluidos un par de sustos al toparnos a la altura del cuello con un pastor eléctrico cortando el paso en el camino.  En el último tramo de la bajada agarramos la vertiente de Calbinyá,  por donde nos sorprendió una subidita inesperada que lastimó bastante.
La ruta terminó en el Paseo, lugar que por sus terrazas y plataneras lo hacen el centro habitual de reunión y recreo.

Lluvia, compras y tormenta.
Amaneció el día oscuro y lluvioso, con malas previsiones para la tarde. Después de desayunar cambiamos la ruta D´Aravell  por la de Meritxell, que es la 5ºavenue andorrana, toda de subida. Fuimos a tiendas de bicis, caras, a tiendas de perfumes, a precio, y de vinos o vermut, varios. Entre tormentas y tiendas se nos hizo la hora de visitar el punt de trobada , pero ahora mismo no recuerdo si fuimos o no fuimos.

Al Cadí por la Traba.
El Cadí es el  gendarme del valle de Seo, antes tenía nieves perpetuas, ….ahora…… no.

Hacia el valle se manifiestan sus 2600m y da su cara rocosa de piedra escarpada.  Por detrás no se ve tanto desnivel, está sembrado de pueblos de montaña  por los que discurre el tramo de la mítica ruta de MTB “Transpirenaica”, que algunos pensaron en la posibilidad de recorrer algún día. Viene de la comarca de la Cerdaña y se dirige hacia el siguiente valle, el de Sort y el Noguera Pallaresa, donde existen además de loterías otras posibilidades biciclistas apabullantes que son ya de otro capítulo.

Subimos por el alto de La traba hasta Adraén, Fórnols, Cornellana y Tuixent donde una educada señora nos sirvió un menú típico, después de comer nos dimos la vuelta.  Fue un recorrido duro, con mucha carretera y largos puertos, a mí se me atragantó bastante, el resto del grupo fue muy bien sorprendentemente, incluso Poli. Se terminó la ruta con la bajada desde el mirador de La traba hasta Seo, 15 km de curvas y de adelantamientos continuos de unos y otros, que según me contaron se disfrutó bastante.
Llegados al  Paseo  sin problemas, una cervecita y a preparar la cena.

Comentario: Todo el mundo aguantó muy bien dos rutas bastante duras lo que significa que a la gente le va la marcha.  Pakito nos cocinó todas las cenas, nos guisó unos níscalos con patatas, las mencionadas tortillas, hizo otro guiso de carne, ensaladas, preparó las tostadas del desayuno, etc, etc, vamos que trabajó bastante, y nosotros por consiguiente también.

Saludos,
Vic Toc