jueves, 21 de octubre de 2010

COMENTARIO DE LA FOTO “MOJADOS POR LLEGAR”



Llegamos por fin, después de cinco etapas repartidas en tres años, arribando con la marea de la lluvia, como obliga la leyenda, a Santiago.

Ensimismado en la visión de la foto, en ese mismo instante, recuerdo pasajes que simplemente me vienen a la memoria con cierto orden, y los describo: pasar al atardecer por el parque de los alcornocales, del que ya tanto he hablado como el paraíso en la tierra; la subida y bajada del Calvario, a oscuras, deslumbrados por las luces de Almadén; las suaves dehesas llenas de ganaderías entre Sevilla y Mérida; la Mérida romana misma; la comida reponedora en el centro social del jubilado de no sé qué pueblo; la subida por la calzada romana con peldaños en Baños de Montemayor, coronada en el alto de Bejar; el solitario e histórico arco de Caparra; Salamanca con calles llenas de gente, las tapas, el puente romano, la rana; Zamora con fiesta medieval incluida; Puebla de Sanabria en un alto junto a un pantano y la cena con nuestra camiseta de España; A Gudiña, su hotel restaurante, su garaje; la subida a Albergaría y el bar de conchas de vieiras; Allariz con BoneyM (el negro y las tres pedorras); el cuestón a la salida de Orense; las corredoiras de piedra y castaños; el pulpo y la lluvia.

Toda la lluvia posible se reservó para el final, pero ya sabéis, sin sufrimiento no hay gloria.

…..porque los tocapedales hemos aprendido a disfrutar de estos viajes. Un brindis por la segunda llegada a Santiago, sin bajas.

domingo, 10 de octubre de 2010

Etapa A LAXE-SANTIAGO

Ya en la noche el ruido del aguacero en las ventanas del hotel auguraba un día complicado. Aunque con ciertas dudas, salimos temprano con un manto de agua de lluvia que nos acompañaría hasta el mismísimo Santiago. La ruta fue un sube y baja constante, discurriendo por senderos y corredoiras que rasgaban un paisaje de intenso verde pre otoñal. Por culpa o gracias a la interminable lluvia, la etapa se convirtió en un hito en nuestro peregrinaje difícil de olvidar. Pedaleamos bajo la lluvia, en ocasiones aguacero, como flotando por un mar de pequeñas aldeas, profanando en cierto modo la quietud del domingo. Casi es difícil recordar algo más grande, tal vez Silleda, donde paramos a sellar en el albergue. Carballos y castiñeiros, peregrinas y peregrinos a pié, eran testigos de nuestra marcha. Una tapita de callos, un trozo de empanada y un sorbito de aguardiente nos dio en Ponte Ulla la energía para encarar la subida del Pico Sacro, para a renglón seguido y después de algún kilómetro más, vislumbrar en Sar la silueta de las torres de la Catedral entre la bruma que nos envolvía. Serpenteando por las rúas de Santiago, llegamos a la plaza del Obradoiro para fundirnos bajo la lluvia en un abrazo con el corazón encogido por la satisfacción de haber completado el camino. Y con la mente ya puesta en nuestra siguiente ruta: ¡Buen camino compañero!

SANTIAGO

sábado, 9 de octubre de 2010

Etapa XUNQUEIRA DE AMBÍA-A LAXE


Un día claro y fresco nos puso de nuevo en camino hacia Santiago. Fuimos casi sin esfuerzo, en un suave y zigzagueante descenso, hasta alcanzar Orense. Callejeamos por la ciudad deteniéndonos únicamente en la magnífica catedral
Atravesamos el río Miño por el puente romano y en un momento enfilamos la primera cruz de la etapa: la Costiña de Canedo. Dos kilómetros con tramos con pendiente del 21 % que nos pone el corazón a cien y las piernas temblando.
Vamos combinando el asfalto y el sendero de tierra con caminos llenos de piedra que en ocasiones nos hacen ponernos a pié y empujar nuestras bicis. Por un paisaje de infinitos verdes llegamos a Cea, donde la fama de su pan nos hace parar a retomar fuerzas en O Vaticano (el bar). En pocas pedaladas nos ponemos en el emblema del Císter en tierras gallegas: el monasterio de Santa María la Real de Oseira .

Desde allí retomamos el camino por una cuesta imposible que nos hace caminar con la bici a rastras hasta la cumbre. Vamos atravesando la auténtica Galicia rural: horreos, casas de piedra y prados con vacas van jalonando nuestro camino. Después de una ruta larga, de más de 86 kilómetros, y ya empezando a llover, alcanzamos A Laxe, el final de la etapa de hoy. Será con pulpo a feira y Mencía como recargamos energía en la pulpería Alto da Pena, al lado de Lalín. Tendremos que dejar el famoso cocido para mejor ocasión.

III cicloturista de Yunquera

Salida desde el pabellón municipal

después del discurso de Adolfo




plaza de Arcipreste de Hita



después de algunos participantes subir a la famosa muela vino la recompensa,
las cervecitas
saludos