lunes, 4 de enero de 2016

Por la Costa da Morte: Laxe-Camariñas

8 julio 2014

Ruta desde Laxe por la Costa de la Muerte

Salimos de Laxe, pueblo marinero situado en el centro de la Costa de la Muerte, en la comarca de Bergantiños, y lugar de nacimiento, o como si lo fuera, de nuestro querido amigo Juanjo, Q.E.D.P., subiendo unas empinadas cuestas que nos plantan ante una increíble vista sobre la playa de Soesto, arenal retirado y tranquilo de fina arena blanca que se abre sobre la rocosa costa hacia el mar abierto. 

Bordeamos la playa y casi sin darnos cuenta se despliega ante nosotros la playa de Traba, que atravesamos por unas pasarelas de madera sobre la denominada laguna de Traba, espacio natural rico en fauna y vegetación. La leyenda dice que bajo esta laguna se encuentra la ciudad de Valverde, hundida por el Apóstol Santiago por desoír las enseñanzas de éste.

Seguimos por unos caminos casi imaginarios sobre las rocas del borde del mar hasta llegar a Camelle, pueblo marinero que dicen surgir del asentamiento de marineros vascos en búsqueda de ballenas, donde nos acercamos a ver la antigua morada de la leyenda local, Man, el alemán de Camelle, escultor y ermitaño que construyó en las rocas una casa-museo dedicada a la naturaleza y al mar. Desde allí y sin dejar de bordear el mar pasamos junto a Arou, pequeño pueblo marinero rodeado de arboledas de pinares y eucaliptos, y comenzamos a subir la montaña hacia la aldea de Santa Mariña, desde donde nos encaminamos de nuevo al borde del mar, bajando hasta el cementerio de los Ingleses, última morada de los naúfragos del acorazado Serpent, uno de los peores naufragios de los que dieron nombre a esta costa, la Costa da Morte.

La leyenda dice que los habitantes de estas costas, de origen celta, eran algo sanguinarios. Por lo visto atraían a los barcos que en las noches de tempestad se acercaban a la costa buscando refugio, mediante sencillas artimañas simulando las luces de un pueblo. Los lugareños colocaban faroles en los cuernos de los bueyes y los situaban frente a alguna de las muchas zonas de islotes rocosos para que al acercarse los barcos chocaran contra ellos y zozobraran. La mar en su tempestad arrojaba luego a la costa el producto de la su carga y los desalmados obtenían un sangriento botín. Pero es solo una leyenda que se repite por toda la costa celta, vasca, normanda e irlandesa. Es por esto que en muchos mapas figurativos se representa a esta “Costa da Morte” con un candil sobre una cabeza de buey.

Seguimos bordeando el mar pero ya empieza a hacerse un poco tarde y en lugar de acercarnos al famoso faro de cabo Vilán y al pueblo de Camariñas, decidimos emprender el camino de vuelta pero ya por el interior. Paramos a comer en Xaviña, al lado del Puente del Puerto, donde una belleza local nos ayuda a reponer fuerzas con una estupenda comida.


Volvemos por el interior, parte por carretera y parte por pistas forestales entre pinos y eucaliptos, hasta llegar a Laxe. Nos tomamos la preceptiva Estrella de Galicia en una terraza frente al mar y desde allí unos se acercan a bañarse a la playa y otros a visitar la lonja para ver cómo se subasta el pescado recién llegado. En resumen una extraordinaria jornada gallega de bicicleta junto al mar en la mejor compañía. Habrá que volver algún otro día….



PEPE


2 comentarios:

  1. Bonita crónica, y gancho para quien quiera hacer una ruta atractiva.

    ResponderEliminar
  2. Bonita crónica, y gancho para quien quiera hacer una ruta atractiva.

    ResponderEliminar