lunes, 27 de noviembre de 2017

Gran Canaria, un viaje deseado

2 al 7 de marzo de 2017

Por lo visto no es fácil desplazarse 2500 km en avión, no llevar tu bici y que cuando llegues te tengan preparada una mejor. Pero tampoco imposible: lo conseguimos en la tienda de FreeMotion, donde alquilan todo tipo de bicis. Nos prepararon unas Canondale completamente nuevas con toda su equipación adicional, de bomba, casco, repuestos, bidón para el agua, etc., etc.

Al no venir Ramón nuestro conductor-remolcador de bicis y enseres habitual, se presentaba como problema adicional el traslado sucesivo de equipaje. Lo resolvimos con Alvaro, "Our man in Havana", el amable sobrino de Jesualdo, que por vueltas de la vida vive en las Palmas.
El recorrido que planteamos fue cruzar la isla conociendo los sitios mas destacados incluida la zona turística, con paso obligado por el centro de la isla, que nos quedó claro desde el principio que era redonda.

El día de llegada a Las Palmas lo pasamos recorriendo Las Canteras y visitando Vegueta. Llegamos dos días antes del día grande de los carnavales y mejor fue así pues tanto maricón suelto daba miedo, pero de nosotros mismos.
Las etapas eran exigentes pero factibles, habíamos alternado duras y relajadas, y casi todo el recorrido lo haríamos por carretera, llevábamos buena preparación y dos eléctricas para el improbable caso de que alguien flaqueara.
Así que allá que nos fuimos casi todo el grupo, Pac, Ado, Vic, Pep, Pol, Teo y Pak, por orden de aparición en este mundo.

Y por qué ir tan lejos a disfrutar de la bici?

      LAS PALMAS - CRUZ DE TEJEDA. La ruta tiene 1700 m de desnivel y pasa por el pintoresco Teror, quizá no pudimos contemplar el magnifico paisaje verde y montañoso por el que transcurrimos debido a la intensa niebla y lluvia que tuvimos. Llegando a la Cruz arreció la ventisca para convertir la etapa en mítica, que aun siéndolo, no nos causó excesivas penalidades y todos llegamos con fuerza suficiente.
De lo que más me gustó de este viaje fue el hotelito rural y la cena en Cruz de Tejeda. Cenamos justo al lado, en el asador de Yolanda con el horario inglés de entre las seis y las 8 de la tarde, pero como en Portugal, venga a pedir platos sobre todo los desconocidos de la carta, y vinos, incluso postres con el gran descubrimiento culinario del "polvito uruguayo". Luego licores, gintonis, cafés y sin bailar una bachata, al hotel a escasos 50m. Como era temprano nos acomodamos en el salón que había en la entrada frente al televisor, y como hacía fresquete nos cubrimos el regazo con una mantita; y allí nos dieron las diez y las doce también viendo la gran Rambo III, acorralados entre el cansancio y los sopores etílicos, algunos que no la habíamos visto ni seguramente la volvamos a ver, nos despertábamos del citado sopor con las explosiones, y en una de ellas descubrí que me había quedado solo con Pakito, que es más malo de acostar que un vampiro en Nochebuena.

Los demás se fueron a empiltrar  evitando utilizar el baño común con la luz encendida pues la puerta que era de cristal traslúcido, daba al salón y perfilaba todos los detalles. Estábamos repartidos en diversas habitaciones, Pakito y  Pep, en individuales como siempre, Poli y Teo juntos en el ala norte de los famosos, Adolfo, Paco y yo en la principal, y como fui el último en llegar me dejaron el catre del jorobado, un pequeño hueco tras la puerta de entrada. Fenomenal e irrepetible, se oyeron los ronquidos hasta en Agaete.
 
     CRUZ DE TEJEDA - AGAETE. Es de esas etapas que aún siendo todo cuesta abajo salen inexplicablemente 1400m cuesta arriba. Primero fuimos al Pico de las Nieves el punto más alto de la isla a 1.949m y luego pasamos por el cruce con el camino de entrada al Roque Nublo. Nos retratamos con el NUBLO de fondo sobre Pakito en primer plano exagerando su paquete, aunque el mantiene que no tanto. Seguimos bajando hasta  Ayacata donde sentados al sol con los chubasqueros puestos tomamos un café. Y por entre los riscos de Tirajana y el roque Bentayga llegamos a Tejeda, pueblo de prestigio merecido, desde luego florido estaba y las vistas son espectaculares.
A partir de aquí continuamos el descenso por Artenara, hasta Coruña y las presas, y después de pasar por el Hornillo, nos dividimos en dos grupos, unos bajaron por una trocha hasta El Sao y los otros a Fagajesto por carretera. Por lo visto los aventureros las pasaron bastante canutas pues el desnivel que encontraron no era ni ciclable ni siquiera pisable, sólo era pa matarse. Pak, Pep y yo, por el contrario, cosas del destino, pasamos en Fagajesto en el Bar de Antonio Pinocha uno de esos momentos memorables que te deparan los viajes, donde comimos varios platos típicos deliciosísimos, repitiendo uno de garbanzos con verdura que nos quitó el hipo, y quedando el lugar ya como un hito gastronómico por los siglos de barras y estrellas.

Finalmente nos reencontramos todos en Agaete, en los bares de la playa, donde si no, y no paramos de contarnos nuestras venturas y desventuras hasta pasadas las tantas. Por la noche quedamos a cenar con los amigos de Adolfo, sus amigos de Vecindario desde la mili, en una terraza frente al puerto de las Nieves y luego volvimos en un agradable paseo por el borde del mar hasta el hotel, donde cerramos la noche brindando y charlando sobre las vicisitudes vividas y las por vivir.

    AGAETE  -  LA ALDEA DE SAN NICOLÁS. Ya comentamos la probable imposibilidad de la ruta prevista, y al confirmarlo in situ con varias fuentes conocedoras del lugar, decidimos variarla y subir otra vez hasta Artenara para bajar por una vía desconocida hasta por algunos lugareños. Nos subieron hasta allí un par de taxistas, con los equipajes y las bicis, incluso uno de ellos paseó como turistas de hecho, el resto del día, a Teo y a Poli llegando hasta El Puerto de Mogán y regresándolos luego a La Aldea. La vía escogida de bajada pasa por Acusa Verde y Candelaria y llega a La Aldea por la zona de los invernaderos.
Es una preciosa bajada  merecedora de varias paradas con foto y por donde nos encontramos bastantes ciclistas que hacían el camino inverso. Son carreteras de montaña con escaso tráfico tan solo recorridas por turistas inquietos. Llegamos al puerto de la Aldea justo a la hora que reparten la Tropical a pares, y comimos en el recomendado Restaurante Luis, pescados del día, todo autóctono y a buenos precios. Por la tarde los signos de agua nos dimos un refrescante baño en la piscina del hotel y tras unas pizzas, a dormir, que poco más se podía hacer por allí.

     LA ALDEA - MASPALOMAS. Pedazo de ruta prevista ... sólo salir del hoyo donde está La Aldea cuesta un triunfo, bajan los grandes trailers tocando el claxon en las cerradísimas curvas del recorrido advirtiendo la peligrosidad. Cuando llegas al cruce con Tasartico ya te has subido 600m de desnivel!! Reagrupación y larga bajada hasta el restaurante Las Cañadas donde degustamos un exquisito batido multifrutas que nos aportó la energía necesaria para el siguiente puerto. Cuando bajábamos allí, subía Teo enciscado trás un rubio ciclista de carretera, iban muy pegados, subiendo como dos posesos, ese pobre nórdico se acordará de Teo durante más tiempo que nosotros. Luego un poco más de bajada hasta el bien nombrado Pie de la Cuesta y vuelta a subir, esta vez  800m de desnivel zigzagueando por el Barranco de Mogán, compartiendo los sudores con ciclistas de media Europa hasta el cruce con Barranquillo Andrés, en ese punto culminamos nuestro ascenso aunque la cuesta continúa pero en otra dirección. 

En esta preciosa y mítica subida entre los ciclistas que visitan G.C. que se hace larga aunque no sea muy dura, pasaron cosas: que Teo tuvo que volver por la mochila de Poli al lugar de los batidos, que Pepe se quedó sin fuerzas, que Teo subió a por la eléctrica de Paco hasta el cruce para recogerla y bajársela a Pepe, pues éste no podía ni con la suya, que Teo bajó y se volvió a subir con la de Pepe, que Adolfo llegó el primero a gran distancia del segundo que fui yo tras ardua pugna con Pakito, vamos ... los asuntos típicos del tocapedalismo de toda la vida. Ya todos juntos emprendimos el descenso hasta el mismísimo El Pajar, pedanía de Arquineguín, donde recomendados por el amigo de Adolfo paramos en el Boya, el chiringuito costero más alucinante que hemos estado y estaremos en mucho tiempo, en una playa con vistas a un horrible muro de bloques de hormigón coronado por un cercado metálico que circunda la planta cementera más sucia que os podéis imaginar, comimos tan fenomenal que debimos haber terminado la ruta allí mismo. Pero no, aún estábamos a 22km de Maspalomas donde debíamos entregar  las bicis y finalizar nuestra Gran Ruta Canaria. 
El día siguiente lo empleamos en las típicas compras y en dar un paseo por la transitada orilla de la playa del Inglés.

 Y por qué repetir un viaje??

      -. Darse un baño completo en el puerto de las Nieves nadando hasta el medio de su bahía desde donde se alcanza a ver el entorno natural en el que te encuentras, que es una enorme piscina rodeada de montañas, para los que nos gusta el mar es una experiencia única. Digo completo, porque Pakito, Pepe y yo, estuvimos jugando con las olas cruzando entre las escaleras del muelle evitando que nos llevara alguna con más fuerza de la prevista.  
     -.  Visitar el Roque Nublo subiendo 3km con una pendiente continua y a veces muy pronunciada que te ocupa casi una hora, sentarse al pie de su mole por la cara norte, al borde del precipicio donde al fondo se divisa el Teide y a tus pies ves todo el valle verde de Tejeda sembrado de pueblos y barrancos. 
     -.  Visitar Soria y dar la vuelta por la presa de las Niñas, zona de veraneo de los canariones, lugar lleno de caminos que enlazan con los riscos de Tirajana. 
      -.  Pernoctar en Tunte para al día siguiente bajar al oasis de Fátaga y la presa de Ayagaures, contemplando uno de los más espectaculares paisajes interiores de GC, terminando en el Faro de Maspalomas. 
      -. Subir por uno de los ancestrales barrancos, el de Guayadeque, repleto de cuevas prehistóricas y de ahí seguir subiendo hasta la caldera de Los Marteles, espectacular depresión de 80m de profundidad.
      -. Hacer por fin  Agaete - La Aldea por la costa, una de las carreteras más peligrosas del país con un paisaje apabullante de enormes acantilados que nos dejó con enormes ganas.

      -. Con permiso de los protagonistas. Me descojono pasados los días contando las chorradas que nos pasan, los cachondeos entre unos y otros, que si Teo le dice a un tío loco en la cola del embarque que el aeropuerto ha crecido sobre todo a lo ancho, o que si Pakito desayunaba por todos, o el monotema-nabo de Pakito que le digas lo que le digas te contesta cariñosamente "tontorrón cómeme el ....", O sus grandes evacuaciones atasca-todo. No sé si habéis visto The Man of de Moon, una de mis pelis preferidas aunque no lo sea de la critica general. Yo la catalogo como Comedia Seria. En ella, un cómico que nunca llegas a saber si existe de verdad o es un personaje inventado por el protagonista, te hace reír con la complicidad de alguien del público del que se mofa pasándose mucho, pero transcurridas varias escenas el espectador duda si existe cómplice o el cómico se mofa del espectador de verdad. Pues eso...., que me recuerda al estilo tocapedal.
      -. Y por supuesto bañarse en Las Canteras y nadar hasta la escollera natural para descansar allí antes de volver a la playa a hacer el inglés degustando una Tropical ... o tres.

     Hala Madrid !!!!!
     Victor Lamas



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