jueves, 7 de febrero de 2013

ANTEQUERA, la primera

25 - 27 enero 2013


Pues eso, primera y obligada cita del calendario de este año, que esperábamos ya con ganas. Se conjugaban muchos de los ingredientes que más nos gustan: bici por supuesto, un entorno admirable, una ciudad que merece mucho la pena visitar y, sobre todo, la compañía de la familia y amigos de Paco, que como se esperaba, nos trataron con todo el cariño que se prodiga por esta tierra.

La estancia resultó excelente, en un gran hotel, Antequera Golf, y a un precio increíble, resultado de la buena gestión de Pepe una vez más.

El viernes, a los primeros que llegamos, Antequera nos recibe con una fina y persistente lluvia lo que no impide que, tras dejar los trastos en el hotel, recorramos las principales calles y plazas, los más bonitos rincones, con subida a la Alcazaba incluida y visitemos algunas de sus muy numerosas iglesias, mientras Paco repasa recuerdos y anécdotas de otros tiempos. Hora de cenar y hambre que hemos hecho, y turno del cuñao Ramón, que se encarga de guiarnos al sitio apropiado donde de comer, de beber y simpatía hay una 'hartá', y todo rico, rico.
 
A los postres y los preceptivos gintonics llega el resto del grupo y lo hacen a tiempo, porque es cuando Francisco echa mano de una guitarra (sin gafas es mismamente Paco de Lucía), Juanlu (el obispo) de un cajón y Meli, hermana de Paco, se arranca a cantar. El resto nos animamos a acompañar con coros y palmas, poniendo más intención que arte, y pasamos así un rato de lo mejor, lo que duran dos copas, hasta que alguien recuerda lo que nos queda mañana. Con lo bien que estábamos!!

Sábado, 8 de la mañana, en el desayuno alguno ya baja con rastros del exceso de todo, otros resoplan mirando el perfil, Víctor mira su gps aunque hoy estará relevado de su labor de pastoreo pues Paco conoce el terreno y la ruta, y entonces Paquito de impacienta y amablemente lanza su ¡¡venga cojones!! ... y todos a por las bicis. La ruta tiene de todo, y aunque ya el plan es que una parte va a ser por carretera, al final tiene que ser la mayoría del recorrido pues la lluvia de ayer y los días anteriores ha dejado los caminos muy embarrados.
 
Arrancamos con una niebla que no deja ver a más de 50 metros y subiendo ya desde la salida. Unos kms después se suaviza y pasamos un tramo fácil, aunque ya es tarde para alguno que sucumbe a los efectos de los excesos de cena, copas y trasnocheo y tiene que volverse. Nuevas subidas y bajadas nos llevan a Villanueva de la Concepción, mitad de la ruta, por una zona en que ha levantado la niebla y nos permite ir viendo el mar y casi Málaga a un lado y el enorme macizo de El Torcal al otro, con la cumbre, a la que hay que llegar, envuelta por la niebla.

 
No hay otra, así que atacamos la subida final y más dura: 10 km hasta lo mas alto, con tramos del 13% y una pendiente media de casi el 10%, tan sólo con un ligero descanso hacia la mitad. Esto nos pone en fila de a uno, cada vez más estirada, con un Teo 'sobrao' como siempre a la cabeza, Eugenio atrás sufriendo pero "p'alante" y el resto por enmedio como podemos. Los últimos kms se hacen aún más duros pues de nuevo la niebla, ahora muy húmeda y fría, y un fuerte viento que en algunos recodos nos deja clavados, nos castigan con dureza mermando las ya escasas fuerzas. Tanto que algunos más, ya agotados, entregan la cuchara a poco de empezar este último tramo y ponen rumbo a Antequera para acabar cuanto antes.

El resto consigue llegar a la cima y tras un breve recorrido hasta el Centro de Interpretación y el mirador (pa ná, porque la niebla no deja ver nada a 20 metros), más que nada para recuperar un poco, y como el frío no deja estarse parado y además el tiempo ya apremia para no llegar tarde a la comida, salimos zumbando, ya todo bajada hasta Antequera, aunque luego no será tan fácil, pues el viento sigue pegando bastante fuerte, obligando a dar pedales casi todo el tiempo y agarrarse bien, pues hay rachas que nos zarandean poniendo en peligro la estabilidad. Por fin en el hotel, ducha rápida y a celebrar el cumple de Paco, la otra razón de este viaje a su tierra.

Igual que dura ha resultado la ruta, resulta de agradable la comida en la Venta El Conejo (léase coneho) y el resto del día, con la fantástica actuación de una panda de Verdiales con la que sorprenden a Paco sus amigos, intervención a la voz de Subires incluida. Completamos la jornada con paseo, nuevas visitas turísticas, después vinitos, tapas ... y los inevitables digestónicos (pero para recuperar líquidos, eh!!)
 

El domingo nueva subida al Torcal, pero esta vez en coche y sin niebla, para ver debidamente y recorrer en una agradable excursión lo mejor de este paraje espectacular, con un guía de excepción como es el primo Antonio, que se lo conoce como nadie y nos muestra, entre chiste y chiste, todos los secretos de esta enorme peña.
 
 
Inolvidable ha resultado este viaje, que nos ha dejado a todos unas ganas enormes de volver. Gracias a Subires, autor de la ruta, Francisco, que promete preparar la siguiente (eso si, sin salir de Antequera y la bici en el garaje, ¿por donde iremos?), al cuñao Ramón, Antonio y todos los demás por vuestro trato y vuestro cariño. Y a Paco, una vez más FELICIDADES y gracias también por insistir en que fuésemos a tu tierra. Merecía la pena!!!

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